El perill dels monopolis tecnològics.

En 1913, Woodrow Wilson advirtió: «Si el monopolio persiste, el monopolio se sentará siempre al timón del gobierno. No espero que el monopolio se contenga a sí mismo». Un siglo después, sus palabras parecen más urgentes que nunca. Los gigantes tecnológicos de Silicon Valley no sólo han dominado los mercados mediante adquisiciones agresivas, grupos de presión y la erosión sistemática de la competencia, sino que se han incrustado en la maquinaria del gobierno. Esta acumulación de poder no es accidental: es el producto de décadas de fracasos antimonopolio. Los reguladores han permitido una y otra vez que los gigantes tecnológicos acaparen mercados, compren competidores y reconfiguren industrias en su beneficio. Antaño centro neurálgico de la innovación, el sector alberga ahora algunas de las corporaciones más poderosas de la historia. Antes de su desintegración, la capitalización bursátil de Standard Oil era de unos 33.000 millones de dólares actuales, una fracción de lo que valen ahora...